La enfermedad celiaca es una patología autoinmune, crónica y sistémica, que produce una reacción al gluten a individuos predispuestos genéticamente y que provoca una lesión grave en la mucosa del intestino delgado, con una atrofia de las vellosidades intestinales y ocasionando una mala absorción de los nutrientes, que ingirieren los individuos celíacos.
Puede aparecer en cualquier momento de la vida, afectando tanto a niños como a los adultos. Más del 70 por ciento de los nuevos pacientes celíacos son diagnosticados con más de 20 años. La enfermedad celíaca es hereditaria y es como “una bomba de relojería”, que se activa cuando sufrimos momentos desagradables como un aborto, un divorcio, pérdida del trabajo, la muerte de un ser querido,... estas situaciones traumáticas desencadenan una explosión de emociones, que hace que a edades avanzadas de 60, 70 y 80 años comencemos a ser celíacos, aunque siempre fuimos celíacos, genéticamente hablando, pero no habíamos desarrollado la celiaquía hasta ese momento.
El gluten es una proteína vegetal presente en el trigo, la cebada, el centeno y, por contaminación cruzada, en la avena. También se encuentra en otros cereales, como la espelta y el kamut (variedades antiguas del trigo), el triticale (híbrido de trigo y centeno) y el trithordeum (híbrido de trigo y cebada). Los alimentos elaborados con trigo, cebada y centeno en España son los panes, la bollería, las pastas y las cervezas, aunque existen sustitutos sin gluten de excelente calidad de variadas marcas comerciales y artesanales. Cada vez hay más celíacos - bloggers que elaboran productos sin gluten en sus casas con ingredientes certificados, que adquieren en tiendas especializadas, supermercados y Grandes Superficies, y después publican en sus blogs para uso público y gratuito. Las RR.SS. son nuestras mejores aliadas para dar voz y visibilidad al colectivo celíaco de todo el Mundo.
Por el momento, el único tratamiento válido es una dieta exenta de gluten para toda la vida. Se han descrito casos de recién diagnosticados que han necesitado ayuda psicológica, al no entender cómo la “nueva situación” les había cambiado sus hábitos sociales al no poder ir ya a los restaurantes habituales. O niños que no entienden como en el chiringuito de la playa hay helados para todos, menos sin gluten. O cómo hacer entender a la abuela que ya no le puede dar al nieto el pan que hace con tanto cariño, “pero, ¿ni un poquito?, pregunta mi madre.
La E.C. es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de La Salud (O.M.S.) como una enfermedad crónica y discapacitante, en ocasiones difícil de diagnosticar, pues se puede presentar en individuos con síntomas claros o en personas asintomáticas o con síntomas extraintestinales. Por lo tanto, es una enfermedad infradiagnosticada debido a los diferentes signos y síntomas que puede presentar cada persona. Y por qué no decirlo, debido a la miopía de algunos profesionales de la salud, sobre todo en Atención Primaria, donde muchos son incapaces de detectar a un celíaco.
Estadísticamente se estima que una de cada cien personas va a padecerla en algún momento de su vida. Por alguna razón, existen más mujeres celíacas que hombres (2:1) y el 75% de los celíacos desconoce que lo es, padeciendo otro tipo de enfermedades, casi siempre de base inmune, y tienen durante años una mala calidad de vida.
¿Cuál es el procedimiento para diagnosticar correctamente la E.C.?. Lo primero que hay que hacer es un estudio genético para saber si tenemos predisposición genética a E.C. y se busca el HLA DQ2 y DQ8. Si es positivo hay que realizar un examen clínico detallado con una analítica de sangre, que incluya los marcadores serológicos de enfermedad celíaca como son los anticuerpos antigliadina, antiendomisio y antitransglutaminasa tisular. En muchas ocasiones, los resultados son negativos por lo que hay que seguir buscando. Por ello, para el diagnóstico de certeza de la enfermedad celíaca es imprescindible realizar una biopsia intestinal. Dicha biopsia consiste en la extracción de una muestra de tejido del intestino delgado superior, al menos en tres puntos distintos, para ver si está o no dañado. Para realizar esta prueba es necesario que no se haya retirado el gluten de la dieta.
Diarrea
Anorexia
Vómitos
Dolor abdominal
Irritabilidad
Apatía
Introversión
Tristeza
Malnutrición
Distensión abdominal
Hipotrofia muscular
Retraso póndero-estatural
Anemia ferropénica
Frecuentemente asintomáticos
Dolor abdominal
Cefalea
Artralgias
Menarquia retrasada
Irregularidades menstruales
Estreñimiento
Hábito intestinal irregular
Aftas orales
Hipoplasia del esmalte
Distensión abdominal
Debilidad muscular
Talla baja
Artritis, osteopenia
Queratosis folicular
Anemia por déficit de hierro
Dispepsia
Diarrea crónica
Dolor abdominal
Síndrome de intestino irritable
Dolores óseos y articulares
Infertilidad, abortos recurrentes
Parestesias, tetania
Ansiedad, depresión, epilepsia, ataxia
Malnutrición con o sin pérdida de peso
Edemas periféricos
Talla baja
Neuropatía periférica
Miopatía proximal
Anemia ferropénica
Hipertransaminemia
Hipoesplenismo
Dermatitis herpetiforme
Diabetes tipo 1
Déficit selectivo de lgA
Tiroiditis
Enfermedad inflamatoria intestinal
Síndrome de Sjögren
Lupus eritematoso sistémico
Enfermedad de Addison
nefropatía por lgA
Hepatitis crónica
Cirrosis biliar primaria
Artritis reumatoide
Psoriasis, vitiligo y alopecia areata
Encefalopatía progresiva
Síndromes cerebelosos
Demencia con atrofia cerebral
Leucoencefalopatía
Epilepsia y calcificaciones
Síndrome de Down
Fibrosis quística
Síndrome de Turner
Síndrome de Williams
Enfermedad de Hartnup
Cistinuria
Diferencias clínicas y patofisiológicas de enfermedad celíaca, alergia al gluten, sensibilidad al gluten no-celíaca e intolerancia al gluten. (tomado de Rodrigo L y Peña AS, editores. Enfermedad celíaca y sensibilidad al gluten no celíaca. Barcelona, España: OmniaScience; 2013)
Síntomas intestinales y extraintestinales, presentes en días, semanas o años, después de la ingestión de gluten
No hay correlación directa con la cantidad, pero la enteropatía está presente. Reversibilidad, puede ocurrir pero no se conocen los mecanismos.
AAE, AAT, AAG
HLA-DQ2 y/o HLA-DQ8
Inmunidad innata y adquirida activada
A menudo enfermedades asociadas y autoinmunes
Síntomas intestinales y extraintestinales, presentes en minutos u horas, después de la ingestión de gluten
Pequeñas cantidades, provocan síntomas. Eosinófilos en lámina propia. Anafilaxia al trigo y después del ejercicio puede ocurrir. En teoría la desensibilización es posible
Ant-lgE frente a componentes del trigo incluyendo omega-5 gliadina y cebada gamma3 hordeína
No se conoce
Alergia Anafilaxia
Enfermedades alérgicas
Síntomas intestinales y extraintestinales, presentes en horas o días, después de la ingestión de gluten
Respuesta variable a diferentes cantidades de gluten. Aumento de linfocitos intraepiteliales. Aumento de basófilos en lámina propia
AAG
No hay asociación
Inmunidad innata
A menudo sensibilidad a otros alimentos
Síntomas intestinales y extraintestinales, presentes en horas o días, después de la ingestión de gluten
La cantidad de gluten, en gramos, determina la intensidad y puede ser reversible. No hay enteropatía de nínguna clase
Negativo
No hay asociación
No existen mecanismos inmunológicos
No se conocen
AAG: anticuerpos antigliadina deanimada, AAT: anticuerpos antitransglutaminasa, AAE: anticuerpos andiendomisio.
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