Los restaurantes frente al coronavirus

  Estamos a finales de abril y seguimos confinados en casa para protegernos del COVID19. Los negocios de restauración como son los restaurantes, hoteles, cafeterías, bares, catering, salones de celebraciones,… siguen cerrados y sin fecha de apertura. Además, no existe un canal fluido de diálogo entre el Gobierno y las distintas asociaciones y organizaciones de hosteleros para definir la ruta de trabajo que salve a este sector tan preciado y necesario para la sociedad.

  Como apuntaba hace unos días al programa “Celíacos en Directo” Don José Luis Yzuel, Presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España: “Poder participar con la Administración en los planes de reactivación y ayudar al sector todos juntos es totalmente necesario”.

  Esta claro que algún día el Gobierno autorizará la apertura de estos establecimientos, pero cómo va a ser, nadie lo sabe con certeza. Podemos fijarnos en China y comprobar cómo lo están haciendo ellos después del levantamiento del confinamiento el 8 de abril.
El protocolo de actuación en China es el siguiente:

1. Control sanitario dentro del restaurante.

     Antes de entrar en el restaurante se toma la temperatura a los empleados y a los clientes. Además se identifican a través de una aplicación móvil donde cada persona tiene su historial médico. Los empleados se someten a un test de COVID19 antes de trabajar. Las medidas higiénicas son una constante como lavarse las manos, tener geles desinfectante a disposición de los clientes y empleados en el local y el uso de mascarillas en todo momento que solo se retiran de la cara a la hora de ingerir alimentos.

2. Reducción del aforo.

    En China, se ha reducido un 50% el aforo de los restaurantes y no se permiten eventos superiores a 50 personas. Se han espaciado las mesas, se han colocado mamparas entre los comensales e incluso no se permite hablar mientras se come. Tampoco se permiten las reservas de más de cuatro personas.

3. Horarios escalonados.

    Se espacian los horarios y el distanciamiento social para evitar las aglomeraciones tanto dentro como fuera del restaurante.

4. Desinfección de todo el menaje.

    Compartir cucharas, tenedores, platos, vasos,… está totalmente prohibido. Incluso están prohibidos los platos compartidos. Se desinfecta todo el servicio en cada comida. Los manteles, servilletas e indumentaria de los empleados se tiene que lavar a 60º grados de temperatura.

5. Uso de App y cartas online.

    Los teléfono móviles se han convertido en una herramienta eficaz para consultar la carta, pagar, conocer las medidas de higiene del establecimiento,… y difundir la experiencia de ese restaurante a otros comensales.

  A pesar de estas medidas, los restaurantes en China tienen unas ventas del 70% en reparto a domicilio frente al 30% de comensales que recogen su comida en el establecimiento y muy pocos se quedan a comer.

  No olvidemos que en España la hostelería está formada por más de 300 mil establecimientos que dan trabajo a 1,7 millones de personas y tiene un volumen de ventas de 123.612 millones de euros, con una aportación del 6,2% al PIB de la economía española. Específicamente, los restaurantes, bares, cafeterías y pubs emplean a casi 1,3 millones de personas y tiene una facturación cercana a 94 mil millones de euros, aportando el 4,7% al PIB nacional.

  Tenemos que salvar la restauración española. Quizás sea el momento de la segmentación y reconversión de todo el sector.